miércoles, 9 de febrero de 2011

Llorar

Llorar, sí, llorar como es necesario llorar. Cómo quisiera Dios mío, cómo me gustaría aprender contigo a llorar:

Por mi miseria llorar, sí, llorar por mí, llorar por ti, por nosotros, por esta atmosfera de arrogancia decidida a ahogarnos a todos juntos.

Llorar y llorar por estos ojos nublados, por todo corazón afanado en dejarse llevar en este caudal a desembocar lejos de ti, en oscuridad eterna sin Tu calor.

“Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella, diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán con vallado, y te sitiarán, y por todas partes te estrecharán, y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación.” Lucas 19: 41-44

Foto: http://www.vagabondish.com/photo-out-of-the-rain-iran/

No hay comentarios: