Polvo

Aprendiendo un año más a callarme la boca y tener siempre presente la realidad: Que nada soy... si habrá un chispa de esperanza en el propósito mi existencia es sólo y únicamente a través de Jesucristo -Dios mismo humillado en hombre- para Su honra y Su gloria. A Él gracias por otro año más.

¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío?... (Mateo 20,15)

Me chocan los libros de superación personal. Si realmente nos armáramos de valor podríamos ver que el único espejo genuino es La Palabra de Dios. Cómo me sorprende ver que sigamos pensando que la esperanza está en nosotros. Qué no la historia está más que cansada de demostrarnos lo contrario?

Dios es bueno

Varios eventos en estos últimos meses, sí. Y no es que no quiera compartir sino que me frustra pensar que me quedo con tan poco por egoísmos tontos. Si aprendiera a quedarme en lo bajo y recordar que cada célula de mi cuerpo es por gracia… y nada más. Festejamos el día de las madres… observo a la mía y me quedo con el milagro de estar junto a una virtuosa. Abracé a mi papá en el que me dicen fue su día y me siento muy triste cuando pienso en todas aquellas hermosas que nunca conocieron dos brazos fuertes, celosos y prontos a socorrer toda fragilidad. Sori más bella cada año. Y Anabel festejó su último año de soltera y me digo: Dios es bueno.

Espejos sucios por doquier

Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios; porque allí hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace. Dije en mi corazón: Es así, por causa de los hijos de los hombres, para que Dios los pruebe, y para que vean que ellos mismos son semejantes a las bestias. Eclesiastés 3:17 y 18.