Como teníamos invitados en casa esa noche durmió junto conmigo, en mi cuarto. Era ya muy de madrugada, con tanto ajetreo. "La última noche" pensé, "su último día en la casa y en la ciudad". "¿Qué estará pensado?", "¿estás bien hermana?" le quise preguntar. Pero mejor me quedé en silencio y la volteé a ver, ya había cerrado los ojos. "Dios te bendiga hermana, mi amiga" sursurré.
Yo creo que no durmió bien esa noche, como es natural en toda novia.
Sonó el despertador. "Ana", "Ana"... "ya es hora".
Han pasado 6 meses desde ese día pero yo recuerdo esa noche como ayer. Uno de esos recuerdos que me durarán toda la vida.
Le pido a Dios los siga colmando de bendiciones. Felicidades por este pasado 10.
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