martes, 14 de abril de 2009

Junto a tu pozo


Muchas cosas han pasado por mi mente y pocas son de provecho para publicación. Concluyo breve: Que mi Dios cada día me da un Sol más grande y desea con todo su corazón instruirme, abrirme los ojos. Un corazón roto, humillado, siempre será mejor que uno bien delineado pero perdido. Como dice David, revélame lo oculto y quítalo como sea de mi camino para nuestro camino.

Es disciplina, pues nunca lo mejor ha requerido menos.