miércoles, 11 de marzo de 2009

3. Preguntémosle a Dios

Llegó el día en que un hombre decidió guardar silencio para meditar. Cerró la puerta de su cuarto, apagó su radio y televisión, apartó su computadora y alejo el libro que tenía en su buró que utilizaba como distracción. Sintió una necesidad inmensa de hablar “verdad a su corazón” (Salmo 15, 2b); fue de las pocas veces en toda su vida que se atrevió a ser una persona valiente. Meditó en sí.

Y, se entristeció como nunca.

“Sí”-dijo-. “Es verdad”.

Recordó lo que no hace mucho un amigo le había compartido: “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino…” (Isaías 53:6).

No todos somos criminales o adúlteros, pero sí todos nos hemos ido por nuestro propio camino sin importarnos el camino de Dios.

Descarriar: Apartarse de lo justo y razonable (RAE).

13 comentarios:

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Hello. And Bye.

Anónimo dijo...

Hello. And Bye.