lunes, 13 de octubre de 2008

Ninguna vida es fin aleatorio


Ayer estaba viendo una película donde un barco pasa entre icebergs que parecían llegar hasta el cielo, y pensé no había más claro ejemplo representativo de la impotencia de la humanidad. Que un pedazo de hielo caiga sobre la minúscula embarcación, y la tripulación termina en un instante. No me imagino la escena: Un frío que desorienta, cuellos que no alcanzan flexionar suficiente a ver, un silencio con olor a miedo y pedazos de monstruos resquebrándose.

Unos momentos antes, traía polvos entre ideas que no concretaban una figura, pues creo que el miedo era como viento que me traía mucho frío. Hacía unas horas un comando armado entró y asesinó a tres personas en un restaurante a una cuadra de mi casa, donde ráfagas, gritos y después sirenas zumbaron gran parte de mi sueño.

Somos navecillas orientadas al camino de los icebergs frágiles… sólo Dios sabe si hemos de terminar esta vida bajo un pedazo suelto, pero mientras tanto, está la paz del que pesa nuestra embarcación y nos resguarda bajo el calor tibio de sus alas. Ninguna vida es fin aleatorio, ni mi Dios uno que se desarma bajo cero.

3 comentarios:

Mario Lizola dijo...

GaD muy suave... y GaD porque el Señor los guardo

Fragil es nuestra vida, pero eterna nuestra esperanza...

Santiago 4:14
"cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece".

DiseñosGV dijo...

Es verdad Almita!! No me había percatado lo cerca que está ese lugar de ustedes... Gracias a Dios por sus cuidados y por esa paz la cual El solo nos da... DTB :)…

pd. oye está padre tu Blog ;)

Anónimo dijo...

nice....