martes, 11 de marzo de 2008

No deseo despertar sin Tí...

Por un momento pensé estar sin mi esperanza y se creó en mí un sinsentido. No puedo pensar en imágenes que se le comparen, ni palabras que lo representen mas que un silencio agrio lleno de ansiedad.

Solía desesperarme que millones de cosas sucedieran a la vez en un mundo que está restringido con horas y espacios. Mientras yo estoy sentada frente a este monitor, no sabré jamás, de otros que también escriben sobre infinitos temas por allá por Chile o a un lado de este mismo edificio. Me sentía tal cual: nadie, fugaz; como bien dice mi Padre: neblina. No sé que fue lo que pasó pero ahora mi preocupación no es saberlo todo, sino perder mi tiempo en curiosidades triviales. Dios y el poderoso ser que entró a mi vida cuando me convertí en su hija, el Espíritu Santo, se encargó de mostrarme que puedo tener un objetivo estable y perdurable que me obliga a desechar estrictamente lo que no me conviene. Ahora sé que hay muchas distracciones y que ese es precisamente el plan: ser lo suficiente madura en Jesucristo para detectar lo que al final traerá derrota.

Jesús vino a ser mi más preciado descanso al saberse mi roca en medio de voraces vientos. Qué consuelo conocer al despertar al que es, y confiar en que venga lo que venga en esta vida, al final del día nada ni nadie me podrá arrebatar mi más preciada esperanza…

!Jesucristo!

1 comentario:

Unknown dijo...

Me hiciste pensar en lo que me viene pasando ultimamente, si antes estaba conciente de mi necesidad de administrar bien el tiempo, ahora que mis actividades se duplicaron más aun. Ojala que Dios nos de siempre sabiduría para no perder nuestro tiempo aun en cosas que podrían parecernos importantes y que no lo son.