miércoles, 10 de junio de 2009

Clic


Nada más que un pequeño suspiro a la prudencia, al teclado inteligente y sabio. Antes corríamos por las palabras, ahora nos persiguen dementes sin ningún indicio de fatiga.

Otro suspiro para el alimento puro… y muchas lágrimas, mejor aún, una espada, para las telarañas cibernéticas.

1 comentario:

Mario Lizola dijo...

Lo lei varias veces hasta encontrar el sentido... Nada mejor que eso el disfrutar del pan que alimenta y que la espada que penetra el alma y el espiritu...