miércoles, 11 de marzo de 2009

Decisiones que marcan la historia

…y le dijeron: He aquí tú has envejecido, y tus hijos no andan en tus caminos; por tanto, constitúyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones. Pero no agradó a Samuel esta palabra que dijeron: Danos un rey que nos juzgue. Y Samuel oró a Jehová. Y dijo Jehová a Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan; porque no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que no reine sobre ellos. Conforme a todas las obras que han hecho desde el día que los saqué de Egipto hasta hoy, dejándome a mí y sirviendo a dioses ajenos, así hacen también contigo.
Ahora, pues, oye su voz; mas protesta solemnemente contra ellos, y muéstrales cómo les tratará el rey que reinará sobre ellos. Y refirió Samuel todas las palabras de Jehová al pueblo que le había pedido rey. Dijo, pues: Así hará el rey que reinará sobre vosotros: tomará vuestros hijos, y los pondrá en sus carros y en su gente de a caballo, para que corran delante de su carro; y nombrará para sí jefes de miles y jefes de cincuentenas; los pondrá asimismo a que aren sus campos y sieguen sus mieses, y a que hagan sus armas de guerra y los pertrechos de sus carros. Tomará también a vuestras hijas para que sean perfumadoras, cocineras y amasadoras. Asimismo tomará lo mejor de vuestras tierras, de vuestras viñas y de vuestros olivares, y los dará a sus siervos. Diezmará vuestro grano y vuestras viñas, para dar a sus oficiales y a sus siervos. Tomará vuestros siervos y vuestras siervas, vuestros mejores jóvenes, y vuestros asnos, y con ellos hará sus obras. Diezmará también vuestros rebaños, y seréis sus siervos. Y clamaréis aquel día a causa de vuestro rey que os habréis elegido, mas Jehová no os responderá en aquel día. Pero el pueblo no quiso oír la voz de Samuel, y dijo: No, sino que habrá rey sobre nosotros…

1 Samuel 8:6-19

3. Preguntémosle a Dios

Llegó el día en que un hombre decidió guardar silencio para meditar. Cerró la puerta de su cuarto, apagó su radio y televisión, apartó su computadora y alejo el libro que tenía en su buró que utilizaba como distracción. Sintió una necesidad inmensa de hablar “verdad a su corazón” (Salmo 15, 2b); fue de las pocas veces en toda su vida que se atrevió a ser una persona valiente. Meditó en sí.

Y, se entristeció como nunca.

“Sí”-dijo-. “Es verdad”.

Recordó lo que no hace mucho un amigo le había compartido: “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino…” (Isaías 53:6).

No todos somos criminales o adúlteros, pero sí todos nos hemos ido por nuestro propio camino sin importarnos el camino de Dios.

Descarriar: Apartarse de lo justo y razonable (RAE).

miércoles, 4 de marzo de 2009

Los que habitarán en el monte santo de Dios

Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo?
¿Quién morará en tu monte santo?
El que anda en integridad y hace justicia,
Y habla verdad en su corazón.
El que no calumnia con su lengua,
Ni hace mal a su prójimo,
Ni admite reproche alguno contra su vecino.
Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado,
Pero honra a los que temen a Jehová.
El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia;
Quien su dinero no dio a usura,
Ni contra el inocente admitió cohecho.
El que hace estas cosas, no resbalará jamás.

Salmo 15